jueves, 5 de agosto de 2010

Carta a un desvergonzado

Estimado Sr. desvergonzado:

A la vista del comportamiento que has manifestado libremente ante mi encargo de reportaje de video y fotos de mi boda, procediendo a rescindir el contrato firmado previamente bajo las condiciones acordadas exclusivamente por tu parte, me gustaría agradecerte tu forma de actuar.

Me habría gustado hablar contigo a la cara, o al menos por teléfono cualquier incidencia, queja o desacuerdo que hubieras tenido, pero a la vista de que parece que no tienes la valentía, el coraje o simplemente no te apetece decir las cosas de viva voz, yo lo haré de la misma forma y también lo haré por escrito; porque cuando alguien no está dispuesto a escuchar ni a considerar las opiniones de los demás no merece la pena perder el tiempo hablando.

Como te dije cara a cara, si decidí encargarte mi reportaje de boda fue porque confiaba en ti y en tu trabajo. No obstante, a la vista del contrato (total y absolutamente desproporcionado y abusivo por tu parte, según mi opinión) que me presentaste a la firma y ante tu rechazo a incluir en él ningún tipo de consideración hacia mis intereses me di cuenta de que tu compromiso, tu responsabilidad y tu profesionalidad quedaba clara y contundentemente en entredicho. Tal y como te dije, firmé ese contrato porque confiaba en ti y en tu profesionalidad, aún sabiendo que firmándolo yo renunciaba a todos mis derechos y, por supuesto, no podría reclamarte nada en un hipotético incumplimiento por tu parte. Pero decidí confiar en ti a pesar de que tú no hiciste lo mismo conmigo. Y como dice un refrán … “quien no se fía no es de fiar”.

Ese contrato me parece desproporcionado, inexacto y abusivo por los siguientes motivos:

1) Además de tener una redacción que deja mucho que desear, sólo incluye como objeto del contrato el reportaje de video (no incluye el reportaje de fotografía, a pesar de que pone que se entregan 2 álbumes digitales de 15X20 y un álbum digital de 30 paginas).
2) No se fija una fecha o un plazo máximo de entrega del material. Con lo cual, la empresa podría hacer entrega del mismo cuando le venga en gana.
3) La empresa puede dejar tirado al cliente en cualquier momento sin tener éste capacidad de defender sus derechos, ni recibir ningún tipo de indemnización o compensación. Sin embargo, si el reportaje no se realiza por causas imputables al cliente sí tiene un coste económico para él.
4) A pesar de que habíamos hablado previamente que habría un desplazamiento a Tíjola para grabar y fotografiar al novio y todo estaba incluido en el precio global inicialmente acordado, el contrato obliga a pagar los desplazamientos que se hagan y superen un radio de 25 km.
5) Según el contrato, el precio se entiende sin IVA, por lo que, en cualquier momento la empresa podría exigir a parte el pago del IVA ya que es lo que se establece legalmente (superando el importe total la cantidad que previamente se había acordado).
6) Se pone un precio extra de 170 euros en caso de grabación adicional en la celebración sin especificar nada más. Ello podría dar lugar, si la empresa así lo decidiera, a cobrarle al cliente esa cantidad por cualquier concepto que ella pudiera inventar, sin poder opinar o reclamar nada el cliente.
7) Las rectificaciones, según el contrato, corren a cargo del cliente siempre que no sean responsabilidad de la empresa, lo cual implica que cualquier sugerencia de cambio de cualquier detalle del reportaje de video o el montaje de fotografías tendría que ser pagado por el cliente si la empresa así lo decide, dejando a éste sin ninguna capacidad de decisión. O de lo contrario, tendría que abonarlas.

Realmente, me quedé más sorprendida de tu actitud que de lo que ponía el contrato, porque cuando uno es responsable y está dispuesto a cumplir lo que se compromete a hacer de palabra, si realmente está dispuesto a cumplirlo, no teme plasmarlo por escrito. Ahora bien, cuando uno está dispuesto a acogerse a cualquier razón o motivo más interesante para no cumplir la palabra nada a un cliente, entonces (como fue tu caso), uno se niega a firmar nada que signifique el más mínimo compromiso de cumplimiento, que implique responsabilidad y, por ende, profesionalidad.

Bueno, yo saco una valoración positiva de todo esto y es que, además de haberme quitado de encima un contrato totalmente abusivo y desproporcionado que pudiera haberme traído más de un disgusto si las cosas no te hubieran sido favorables a ti, en tan sólo 24 horas desde que recibí tu carta con la rescisión del contrato, he podido resolver el problema que me habías generado con ella. Está claro que esto que me has hecho, dejarme tirada ahora, lo podías haber hecho dos días o una semana antes de la boda y habría sido mucho peor. Y si me lo has hecho a mi, se lo puedes hacer a otros clientes.

Ahora me doy cuenta que el problema de todo esto fue mío, por confiar ciegamente en ti y ni siquiera plantearme ver por otros sitios si podrían hacerme el mismo trabajo con más garantías. Y ahora, tras haberme forzado a hacerlo, me he dado cuenta de que, efectivamente, existen en el mercado verdaderos profesionales, que no temen poner por escrito todo a lo que se comprometen. Como es lógico, he tenido que echar mano de una empresa de otra localidad que me ofrece un reportaje de video similar al que tú me ofrecías, con dos cámaras también y abierto a cualquier tipo de sugerencia o rectificación por mi parte sin coste adicional. Y además, he conseguido un reportaje fotográfico más amplio y creo que de mayor calidad, disparado entero en formato Raw + jpeg el cual también tendré en DVD para mí. Es más, no sólo me incluye un álbum grande y dos pequeños para la familia, sino que además está incluido un reportaje fotográfico de los novios otro día en la playa que elijamos (que será en Cabo de Gata), sin tener que pagar ninguna cantidad extra ni kilometraje. Y encima por 100 euros más barato del precio que tú me ofreciste.

Así que al final creo que hemos salido ganando los dos: tú, porque te has quitado una responsabilidad de encima que parece que te pesaba mucho (a pesar de que lo tenías todo de tu parte) y yo, porque he encontrado un mejor precio por un trabajo global de mayor calidad y más completo. Me parece que las únicas que han salido perdiendo en este caso han sido tu profesionalidad, tu credibilidad y tu reputación, pero creo que a eso sólo has contribuido tú.

Pues nada, me despido agradeciéndote tu forma de actuar y aclarándote que no debes mandarme cartas recordándome que estás a mi entera disposición porque ya he comprobado que eso no es así.

En Baza, a 17 de Marzo de 2010.

4 comentarios:

  1. Sólo te falta un detalle: decir de quien se trata o, cuando menos, dar alguna pista, para que otros no volvamos a caer en según que contrataciones

    ResponderEliminar
  2. Eso está hecho: Dani Jiménez, de Baza (Granada).

    ResponderEliminar
  3. Hola Silvia, no se puede decir nada mas, ya lo has dicho todo. Menudo sinvergüenza, imagínate a la cantidad de gente que este descarado habrá engañado. Creo que esto debería de publicarse en algún lugar para evitar que esto o peor se lo vuelva a hacer a algún incauto. No es cuestión de denunciarlo que quizá no sirva de nada, hay que informar a la gente publicarlo a los cuatro vientos.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Bueno, y le mandé por correo postal esta misma carta, pero no se me ha ocurrido otro sitio donde publicarlo más, además de este blog.
    La verdad es que después de la jugarreta que nos hizo hemos salido ganando, por lo menos con las fotos, porque el sábado recogimos las pruebas de las fotos que nos hizo el nuevo fotógrafo que buscamos y la verdad es que hay algunas muy buenas. Estoy muy satisfecha con ellas, sobre todo de unas que nos hizo en Cabo de Gata. Ya te enseñaré alguna cuando las tenga, ok?

    ResponderEliminar