¿Nos sumergimos en el gran juego? Aquí van las reglas:
• Imaginemos que cada uno de nosotros tenemos un poder infinito y que todos nos guiamos y regimos por las mismas leyes.
• Imaginemos que una de esas leyes es la denominada Ley de la Atracción, por medio de la cual todo lo que está en nuestras vidas es porque nosotros mismos lo hemos atraído a través de la mente al igual que un imán atrae todos los objetos metálicos que se aproximan a él.
• Imaginemos que el genio de la lámpara maravillosa que concede deseos somos nosotros mismos y no hay limitación para pedir ni para conceder los deseos. Sólo tenemos que decidir lo queremos, pensar en ello, sentirlo, visualizarlo, tener fe y esperar a que llegue nuestro pedido.
• Imaginemos que el universo tiene un catálogo inmenso de deseos y tan sólo tenemos que hacer nuestro pedido con el pensamiento, hacer el seguimiento a través de nuestros sentimientos (si sentimos de forma positiva es que todo está en marcha y si nos sentimos de forma negativa es que algo está fallando) y esperar a que nos llegue.
• Imaginemos que si queremos atraer a nuestra vida salud, prosperidad, éxito…..debemos pensar, sentir y actuar de forma positiva manteniendo el pensamiento positivo.
• Imaginemos que mostrándonos agradecidos por lo que ya tenemos se acelerará nuestro pedido.
• Imaginemos que este juego no es tal y se trata de una realidad, la realidad que rige a este universo, la realidad que montones de pensadores de todas las épocas ya conocían y ponían en práctica, tales como Platón, Einstein, etc.
Descubrí esta realidad hace poquitos días gracias a la lectura de “El Secreto”, de Rhonda Byrne, libro que aconsejo a todo el mundo, porque conocer el secreto supone conocer la manera de ser lo que realmente queremos ser.
X01/09/2010.
Autorretrato
Hace 13 años
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